Lily Pérez
El viernes una amiga me alegaba que había votado por Piñera. Ella habría votado por Hirsh, pero claro, no está inscrita. Su amiga, que se unía al alegato, no tenía edad para votar, aunque aseguraba que lo haría en la próxima ocasión.
Lo primero que respondí fue "¿por qué chucha [tu amiga] sabe por quien voté y qué haces discutiendo mis hábitos electorales?". Después, con cierta pica, "También voté por Longueira".
Dado el sistema electoral, el proceso que usé para determinar mi voto fue, por llamarlo de alguna manera, por castigo. No iba a votar por el Juntos.
En materia de diputados, no me acuerdo quienes eran los candidatos de la Concertación, lo único que me importó fue votar por la UDI, porque la candidata RN era Raquel Argandoña y eso había que evitarlo.
En el caso de los senadores mi preferencia era Alvear, pero las encuestas, y la votación finalmente probó eso, le daban un amplio márgen de victoria. Con eso en cuenta, decidí que mi voto ayudaría a decidir el otro cupo, por eso dediqué mi atención a los candidatos de la derecha. Eran Longueira y Lily Pérez. No aprecio que se revierta (ok, no totalmente) la votación porque un diputado murió, con respeto. La gente que votó conmigo considero que ella no era la mejor para volver al congreso (concedo, en otra posición). ¿Es tan importante reemplazar a los congresistas que ya no pueden seguir realizando su función? Tal vez los senadores (38). Pero los diputados son 120, cumpliendo periodos de 4 años. ¿Estarían tan inutilizados por la cantidad de trabajo sin reemplazar a uno, o cinco, de ellos? El upside de no hacerlo es, evidentemente, evitar cualquier polémica por el método de selección y la selección final. Además, se respeta la elección popular. Valioso.
Lo primero que respondí fue "¿por qué chucha [tu amiga] sabe por quien voté y qué haces discutiendo mis hábitos electorales?". Después, con cierta pica, "También voté por Longueira".
Dado el sistema electoral, el proceso que usé para determinar mi voto fue, por llamarlo de alguna manera, por castigo. No iba a votar por el Juntos.
En materia de diputados, no me acuerdo quienes eran los candidatos de la Concertación, lo único que me importó fue votar por la UDI, porque la candidata RN era Raquel Argandoña y eso había que evitarlo.
En el caso de los senadores mi preferencia era Alvear, pero las encuestas, y la votación finalmente probó eso, le daban un amplio márgen de victoria. Con eso en cuenta, decidí que mi voto ayudaría a decidir el otro cupo, por eso dediqué mi atención a los candidatos de la derecha. Eran Longueira y Lily Pérez. No aprecio que se revierta (ok, no totalmente) la votación porque un diputado murió, con respeto. La gente que votó conmigo considero que ella no era la mejor para volver al congreso (concedo, en otra posición). ¿Es tan importante reemplazar a los congresistas que ya no pueden seguir realizando su función? Tal vez los senadores (38). Pero los diputados son 120, cumpliendo periodos de 4 años. ¿Estarían tan inutilizados por la cantidad de trabajo sin reemplazar a uno, o cinco, de ellos? El upside de no hacerlo es, evidentemente, evitar cualquier polémica por el método de selección y la selección final. Además, se respeta la elección popular. Valioso.